El Bulldog Francés es un perro especialmente apreciado porque es el compañero ideal para todos los miembros de la familia, especialmente los niños pero también los ancianos. Tiene la notable capacidad de adaptarse a muchos estilos de vida y, por lo tanto, puede adaptarse a diferentes perfiles de propietarios.
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La Educación del Bulldog Francés |
Juguetón, cariñoso e inteligente al mismo tiempo, el Bulldog Francés sin embargo sabe estar tranquilo cuando es necesario y agradecerá enormemente la tranquilidad que le permite tomar largas siestas.
Además, la particularidad del Bulldog Francés es ser un excelente "perro de ciudad", no tendrá dificultad para moverse en un departamento. Muy poco ladrador, no molestará al barrio y podrá ser discreto.
Sin embargo, al ser el Bulldog Francés un animal muy apegado a su grupo social y más concretamente a su dueño, apreciará muy poco la soledad. ¡Pero la ventaja definitiva de esta raza sigue siendo su tamaño, que permite llevarla a cualquier parte!
Socializando al Bulldog Francés
La educación del bulldog francés, como a otro perro de cualquier raza, lo más importante es su
socialización, que debe iniciarse al destete y reforzarse al menos hasta los 3 meses de edad.
Claramente, cuando sea un cachorro, desde sus primeras 3 a 12 semanas de vida, el Bulldog Francés construirá una memoria de datos (positivos o negativos) que le servirán de referencia a lo largo de su vida. Por tanto, es durante este período que será muy importante
vivir un máximo de experiencias positivas al Bulldog Francés a través de encuentros intra (con otros perros) e inter (con otras especies) específicos regulares, controlados y positivo.
Por suerte, por naturaleza, el Bulldog Francés es un
animal muy sociable: adora a los niños, no es miedoso ni agresivo con los extraños y podrá llevarse bien sin problemas con otras especies, especialmente los gatos, si está acostumbrado desde pequeño.
Esta socialización será tanto más importante si se lleva al Bulldog Francés a evolucionar en la ciudad: entonces debe
acostumbrarse muy temprano a muchos ruidos (bocina, sirenas, tren, coches, obras viales, etc. ) para que, a diario, el Bulldog Francés pueda vivir con serenidad y sentirse bien.
Educación del Bulldog Francés.
El Bulldog Francés no es particularmente conocido por ser un perro difícil de entrenar, pero seamos sinceros: tampoco es el perro más dócil que existe. De hecho, a pesar de su gran inteligencia (sí, sí, el Bulldog Francés no es solo un roncador / bolsa de pedos con patas), el Bulldog Francés tenía que ser terco y hacer lo que le plazca.
Sin embargo, ¡aquí es cuando sus maestros tendrán que ser consistentes! Cuando tienes un perro pequeño, es muy fácil pasar por alto muchas cosas solo porque es un perro pequeño. Por ejemplo, a los perros pequeños a menudo se les permite tirar de la correa simplemente porque esto causa muy pocas molestias al propietario.
Pero cuidado, el Bulldog Francés es pequeño, por supuesto, ¡pero sigue siendo un sabueso pequeño con músculos poderosos! Por lo tanto, desde una edad temprana,
no afloje y persista en el aprendizaje básico, en particular
caminar con una correa sin tirar.
Además, anteriormente mencionamos la ventaja definitiva de poder llevar a su Bulldog Francés a todas partes debido a su pequeño tamaño, y aquí nuevamente, aún será necesario configurar la educación para que el Bulldog Francés sepa permanecer callado, especialmente durante transporte, pero también al pie de una mesa en la terraza o al pie del escritorio de su amo en el trabajo, por ejemplo.
Afortunadamente, el Bulldog Francés es un perro tranquilo por naturaleza, pero cuidado, este perro es un eterno
buscador de atención,
necesitará interacciones sociales regulares para estar completamente satisfecho. El papel de la educación aquí será, por tanto,
mantener una cierta iniciativa en los contactos, y esto a diario, para que el Bulldog Francés no extrañe el contacto con los demás.
La Educación del Bulldog Francés
El Bulldog Francés no será un perro difícil de adiestrar, pero su educación no debe subestimarse ni descuidarse.
En cuanto llegue a casa, por supuesto, será necesario
trabajar en su socialización, llevarlo a todas partes y ofrecerle encuentros positivos con sus congéneres, con humanos o incluso con otros animales que será. traído. para estar presente durante toda su vida.
Además, se realizará un
trabajo sobre el aprendizaje de la soledad necesario ya que el Bulldog Francés no es un buen perro para quedarse solo en la casa.
Entonces,
aprender los ejercicios básicos debe comenzar desde una edad temprana, enseñándole
a caminar con una correa sin tirar, a permanecer callado cuando se lo pida, a ir en su cesta, etc.
Finalmente, por supuesto, siempre favoreceremos una
educación respetuosa de los principios de la educación positiva para obtener la cooperación del animal en lugar de la obediencia bajo coacción. Esto es lo fundamental a recordar para obtener los resultados deseados, a largo plazo y en un proceso benévolo. Para hacer esto, será interesante
trabajar en el juego o con recompensas sabrosas para motivar al Bulldog Francés.
Sin embargo, tenga cuidado, esta raza está predispuesta al sobrepeso: ¡use pero no exagere las golosinas!